Tú, todo, aquello a lo
que solía darle vueltas,
Yo, nada, no me ando con
rodeos hoy.
Yo, todo de lo que me
quejaba,
Por nunca tener nada, ni
a ti.
Por no contentarme con
nada, sin ti.
Mas hoy, cavilo y pienso
que no carezco de nada,
Solo de esa certeza de
saber todo de ti.
La incertidumbre de todas
tus huídas.
Tus idas y venidas, nada.
Mis vueltas y revueltas, todas.
Mi arquitectura interior,
todo mi cuerpo,
Esa que ahora me explica
que nada es a lo que tú sabes.
Y sabiendo que buscaría
un todo junto a ti,
Es ahora nada, nada y
nada lo que encontré a tu lado.
Perdiéndome, llego a ver el
todo,
Todo de lo que tú me
apartabas,
Acercando mis miedos a tu
nada.
Recluido mi todo en tu
nada,
Me escapo,
Y me atrevo a decir que
nunca nada fue malo,
Nada, salvo tu todo.
Á
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