martes, 28 de septiembre de 2010

QUE FÁCIL ES PERDERSE DE LA MANO MADREMIAAGARRATE!

Lejosextremadamentelejosdetusbesosintentandoenmanocazarlasestrellasconlosdedosechandotedemenostucaritademelocotontubocatupelomirandoalcieloimplorandountiempomuertoaldueñoeluniversopaqueescuchemisversosymemandederegresodirectoalatierradelfuegoatucamaenllamasconbesosdekerosenoymeenvenenoaquisintiextrañotupresenciacarnivorodetuesenciaduelemastuausenciaquelasbalasdelinfierno.


Porque sabía perfectamente que me la sabía mejor que TÚ.

lunes, 27 de septiembre de 2010

BROKEN HEARTS AND TORN UP LETTERS.

Duermo mucho sí, nadie lo puede negar, y odio los amaneceres, los luminosos sobretodo cuando mi padre me levanta con el zumo de naranja y mi habitación huele a sábado. Mi habitación es desordenada y siempre dejo los zapatos encima de mi alfombra, por mucho que mi madre me riña. Adoro el queso, y el chocolate, y el agua helada, es más, todo el mundo se ha extrañado al ver mi botella de cristal verde de cerveza llena de agua. Soy celiaca, y desde entonces adoro todo lo que no puedo comer. Bailo, y es la única forma de desestresarme al final de curso, pero sobretodo, adoro hacerlo subida a unos tacones y con unas gotas de alcohol en sangre. Me encanta perderme en las letras de las canciones, y descubrir cada día una nueva que narre mi vida como ya lo hacen 359 mas o menos. Adoro las matemáticas, pero no soporto explicarlas. Nunca he tenido novio, pero he querido como nadie ha querido en este mundo. Me he tropezado tantas veces que pronto dejaré de creer en el amor, pero me seguiré resguardando en mi iPod y su suculenta manera de “puñalearme” con su aleatorio. Bebo Vodka, aunque sepa a colonia, pero también Nestea, y odio la leche, sobretodo caliente y su olor. Odio mis pies, pero me encanta la sensación que se siente al enterrarlos en la arena seca, nunca mojada. No soy capaz de retener más de 3 chistes en mi cabeza, aunque me hayan echo reir, que es muy a menudo porque me rio por todo, aunque no tenga ni una razón para reirme. Soy muy cotilla, y probablemente te haya subido las visitas a tu perfil ochocientasmilveces. Me encantan las palabras largas, y aún mas las dificiles de pronunciar. Duermo con almohadita y peluche a los 16 años, en breves 17 y nadie va a conseguir remediar mi obsesión por Audrey Hepburn. Mi frase favorita es “De ilusiones vive la tonta de los cojones”, porque es lo mas cierto que he oído en mi vida. Me olvido de todo, menos de lo que debería olvidar; y no soy capaz de guardar secretos. Me gusta que me acaricien el pelo, pero no es aconsejable por riesgo a que me quede dormida. Me encanta llevar pulseras, aunque Mr Lewis opine lo contrario, y se la historia de cada una de ellas. No me gustan los piercings, nunca llevo pendientes, pero si que pienso hacerme un tatuaje (tarde o temprano pero lo haré). Me puedo pasar horas al teléfono, y nunca conseguiré estar callada mas de minuto y medio. Me muerdo las uñas, pero adoro pintarmelas de los colores más cantosos que vendan en la tienda, eso si, me da mucha grima limarmelas, tanto como arañar una pared o morder algodón. Me encanta salir a la calle y de pequeña adoraba comer obleas en el parque San Francisco. Mi color favorito es el amarillo, y siempre estoy dispuesta a subirme a un escenario vestida de él, aunque de mala suerte. Soy supersticiosa, pero sin pasarse, pero acepto que SIEMPRE leo mi horoscopo y adoro que coincida con mi vida real. Guardo recortes de revistas y me encanta forrar carpetas, tanto como hacer resumenes con bolis y subrayadores de colores. Soy de las tipicas que empieza algo y nunca lo termina, pero llevo 7 años carteandome con mi mejor amiga. Siempre diré que los globos de oxigeno son el mejor invento del mundo despues del Tuenti. Me encanta Oviedo, pero quiero marcharme de él cuanto antes. Y no hay nada mejor en el mundo que despertarme por la noche y darle la vuelta a mi almohada para que esté fría. Siempre hago el Autodefinido del Cuore y me gusta el Tetris versión antigua. Mi canción favorita es Mr Brightside, pero varía según mi estado de animo. Lloro, y mucho, todas las noches, y mis ojos se ponen muy verdes. Me importa mucho lo que piensen los demás de mí, aunque cada vez menos y me ilusiono por lo más minimo. Me encantan las colonias de chico, pero mucho más empaparme con Nenuco al salir de clase. Miento a menudo, aunque odio que me mientan a mi, soy muy inocente y me encanta llevar sombrero a la playa. Siempre me propongo ser ordenada al empezar una libreta y nunca lo cumplo, y me encanta estrenar ropa, sobretodo zapatos. Me gusta estar a todas horas rodeada de mis amigos, pero sobretodo, quedarme dormida viendo la tele. Me pongo nerviosa por muchas cosas, y nunca conseguiré evitar que mi cara enrojezca en determinadas situaciones. Me encanta organizar las cosas, y odio cuando no salen bien. Disfruto escuchando música con mi padre en la playa y saliendo de compras con mi madre. Soy difícil de enfadar hasta que reviento. Me gusta bailar flamenco pero nunca conseguiré tocar un "ria" con las castañuelas, ¿acento favorito? El andaluz por supuesto. Siempre que puedo me meto en los columpios para niños pequeños, pero estoy ansiosa por ser mayor. Piscina, mucho mejor que playa. Aunque no cambio por nada mis útimos días de playa riosellanos, por nada. ¿Que si soy feliz? No me puedo quejar.

jueves, 16 de septiembre de 2010

E LEVIGATO LA TUA ASSENZA SOLO CON LE MIE BRACCIA.

Dicen que cuando te acuestas pensando en alguien, sueñas con él. No tengo mucha fe en ello. Hay algo que me reconcome, ¿por qué la felicidad dura tan poco? Una frase tan simple como: Te veré el año que viene/ Nos vemos pronto/ Ya hablaremos/ Te quiero, puede comerte por dentro hasta que estalles. Supongo que es mejor haber tenido algo y haberlo perdido a haber perdido tener la oportunidad de tu vida: de estar tumbada en la playa agarrados de la mano, de mirar el cielo por la noche, pedirle un deseo a una estrella fugaz a su lado, darte cuenta de que es un avión y reirte con él. Porque al fin y al cabo no hay nada más bonito que la sonrisa de alguien a quien quieres, a quien has querido para ser francos. Ya que él ya no está. Se marchó y aunque el destino quiera que nos volvamos a ver, nunca volveremos a ser los dos dieciseisañeros que buscaban calor veraniego en unos besos tumbados en un tobogán.