domingo, 15 de mayo de 2016

Cuando Domingo y no estás tú

Dormir, llegar, desayunar, follar,
Unos felices, otros tristes, los Domingos al despertar.
Día de llevar años sin saber de ti,
Día de resacas, de no poder más.

Domingo de recordarte en la almohada,
En la ducha y en la tostada.
Añorar las caricias no vividas anoche en el portal,
De querer encontrarte y tomar tu mirada prestada.

Dormir, para no llorar, evitar el azul
Llorar en la ducha, ahogada en champú
Desear tu voz a través del teléfono,
O que el pijama que no me quito fueras tú.

Domingo de besar tu recuerdo,
De sentir que te perdí y te pierdo,
De no ser ya más tu amor de quince años
Cuando yo me dejé morder y tú ya no estabas de acuerdo.

Á

domingo, 8 de mayo de 2016

Agua que fluye

Éramos y somos
Un riachuelo que muere previo al mar,
Una ría que decide no desembocar,
Y supongo entonces, que por eso seguimos siendo.

Á

Lluvia.

“Nuestra historia era imposible como mirar la silueta de la lluvia.”
Marwan

Siempre ha sido nuestra, a la lluvia me refiero.
Veranos llenos de orbayu, goteras y humedades,
calados hasta los huesos, nunca el uno del otro
y solo hemos resistido una tormenta juntos, solo una.
La misma que nos convirtió en catarata y precipicio.

La lluvia es un besar azul, como diría Lorca,
pero yo solo me empapaba de ciegos rechazos
y ojos que me observaban desde la otra punta del bar,
nunca para emitir el sonido que deja una puerta abierta.
La misma que cada verano se cerraba de un portazo.

Y lo único azul era la playa,
en la que verte era peor que contemplar gotas estrellándose contra el marco de la ventanilla.
Cuando lo único que me importaba era coger el coche, a doscientos
limpiaparabrisas intermitente,
emborronando el horizonte, la playa y a ti.

Ahora solo me queda mi propia lluvia
nunca jamás compartida, ni mojada,
nuestros cuerpos empapados de sudores, pero fríos,
los que algún día borrarán la lluvia que cayó
en nuestra playa, y a ti.

Á