Un soplido corto y tenue
por ti,
para que nunca se apague la luz
que encendiste en mí,
que ni crea, ni destruye,
que no quema, pero abrasa,
que nos une, y que por eso
si te alejas, me atenúas,
si te encuentro, quiero contigo
hacer camino y encenderte cada día,
no sin antes calarme en cada despedida.
Atrapar contigo cada rayo de luz del faro,
iluminando cada sueño, botella en mano.
Aunque no estés, te pido: nunca te apagues.
que el amanecer nos pille bailando
a ritmo de Robe,
con veintidós suspiros acompasados.
Escucharlos juntos en cualquier playa,
y respirar contigo,
alumbrando cada milímetro
de la orilla de mi ombligo,
y hacer de ello rutina,
sería lo suyo,
para finalmente romper con ella,
que sería lo nuestro.
por ti,
para que nunca se apague la luz
que encendiste en mí,
que ni crea, ni destruye,
que no quema, pero abrasa,
que nos une, y que por eso
si te alejas, me atenúas,
si te encuentro, quiero contigo
hacer camino y encenderte cada día,
no sin antes calarme en cada despedida.
Atrapar contigo cada rayo de luz del faro,
iluminando cada sueño, botella en mano.
Aunque no estés, te pido: nunca te apagues.
que el amanecer nos pille bailando
a ritmo de Robe,
con veintidós suspiros acompasados.
Escucharlos juntos en cualquier playa,
y respirar contigo,
alumbrando cada milímetro
de la orilla de mi ombligo,
y hacer de ello rutina,
sería lo suyo,
para finalmente romper con ella,
que sería lo nuestro.
Á
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