sábado, 30 de octubre de 2010

I NEVER NEEDED ANYBODY, IT WON'T CHANGE NOW.

Cuando sin ninguna razón whatsoever, la sonrisa es inminente. Días que tus ojos brillan más de lo normal, y no porque estén rodeados de lágrimas como solían estarlo. No... Nada de éso. Cuando disfrutas con cada paso que das, cada palabra que sale de tu boca (siempre sonriente obviamente), cuando finalmente te das cuenta que la vida es lo que tú te propones, que si quieres llorar, nadie te puede parar, pero, tantas canciones, cigarrillos, lágrimas, una a una cayendo por tus mejillas. Lo único que hacen es romperte, sí, romperte por dentro, hasta que no puedas más. Tratas de ver esa mínima lucecita que se postra a tu alrededor, esa que solía ser tan tenue hace unas semanas, esa que te negabas a ver por tu gilipollez, por tratar de recordar constantemente el pasado. Sí... "hace dos meses solía ser tan feliz". Y mi pregunta es ¿Qué más dará el "solía"? ¿No tendríamos que enfocarnos en el "suelo"? Pues no, hay pequeñas cabecitas, cómo la que yo ya NO poseo, que sólo pueden recordar, recordar y recordar, demasiado cobardes para actuar en el Ahora, demasiado ocupadas por pensar y debatir sobre el Ayer. Pero todo cambia en unas horas, sin saberlo, ni planearlo, hasta sin quererlo, una sonrisa aparece, esperando quedarse decorando tu cara muchas semanas más. Y está claro, que hay corazones invencibles, que muchos daños después vuelven a sonreir, porque, ¿qué hay mas bonito que una sonrisa? De esas de oreja a oreja como siempre nos han enseñado los payasos de la tele "¿Cómo están ustedes? Bieeeeen!". Nada. No hay nada.


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