Dependiendo y pendiendo
de un hilo
Cayendo, en picado contra
un suelo de roca, fina y puntiaguda.
Pinchándome con el
segundero,
En cada tic que me matas
callando,
Y cada tac que me cuenta
que eres otra herida.
Y aun así me dejaría
joder, una vez más
Por el inmenso vacío que
dejas.
¿De qué vamos a hablar? Si
decides volver,
Ahora que estoy callada
Y no has llamado tú para
entender,
Que mi vida no se puede
resumir en partitura, poema ni prosa
Si no en planes, no
planos, que a día de hoy carecen de estructura base alguna.
No hay cimientos, más
bien mis sentimientos están a flor de piel ahora,
A punto de estallar, y
dudo que resurjan esta vez
De sus cenizas, porque no
las hay.
Porque para hacer fuego
se necesitan dos,
Alguien que mate
Y alguien, que al igual
que yo, decida dejarse matar.
Y por eso estoy aquí hoy,
que no me encuentro ni en el papel,
Cometiendo el
puto,
mismo
error,
de
siempre,
de culpar de asesino
a quien nunca
pretendió empuñar el arma.
Á
"Volveré a las noches sin dormir
y las noches sin pensar,
y las noches sin soñar,
y las noches sin sentir."
Nacho Vegas
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