martes, 8 de marzo de 2011

   Era como el sol de la mañana, luna blanca en soledad, prohibida entre las manzanas. Sabe que está dentro de mis sueños mi pecado original, que me condena y me salva. Era la lluvia de madrugada cálida como un fogón, era fiera como una pantera y suave como el algodón, era siempre primavera.

   Se marchó, se fue por donde había venido y no volvió, y me ha dejado con dos tazas de café, y un papel que dice adiós, y una foto de carnet, y el alma llena de pena.

   Siempre me despierto por la noche no puedo dormir, se me queda el alma en vela, y sueño despierto con recuerdos que quieren salir, tengo la memoria llena. Fue una noche negra prisionera de una cárcel de cristal, y yo sigo preguntando, pero nadie sabe dónde está, nadie tiene la respuesta. Era la lluvia de madrugada cálida como un fogón, era fiera como una pantera y suave como el algodón, era siempre primavera.

   Se marchó, se fue por donde había venido y no volvió, y me ha dejado con dos tazas de café, y un papel que dice adiós, y una foto de carnet, y el alma llena de pena.

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