Y me encanta pasear, mientras llueve, sin importarme mi aspecto, con una larguísima bufanda de lana y mis guantes negros, con un cigarro en la mano derecha, y darle una calada y que no deje de salir humo de mi boca. Tarareando una canción, que terminaré odiando de tanto escuchar, y que la gente opine que estoy loca, mirando a los edificios desde abajo, y sentirme minúscula a su lado. Pero sobre todo, reirme, a carcajada limpia, recordando tonterías que un día me hicieron feliz.
Larga vida a Pereza y a tus ganas de escribir :3
ResponderEliminarY sumarle algún helado de sabores extraños mientras ríes
ResponderEliminarY que el humo se cosquillee la garganta.
ResponderEliminar(Concuerdo con Kate)