Soy un gran falso mientras finjo la alegría,
un gran desconfiado cuando finges simpatía,
como un terremoto en un desierto que,
que todo se derrumba y nadie ve que ya estoy muerto.
Lo saben todos que en caso de peligro
se salva sólo quien sabe volar muy bien,
pues excluyendo los pilotos, nubes, águilas, aviones
y a los ángeles quedas tú,
y yo me pregunto dime qué harás,
ahora que ya nadie vendrá a salvarte,
mil cumplidos por la vida de campeón,
insultos por el rastro de un error.
Y QUE LA VIDA TE RESERVE LO QUE SIRVAS, PERO, QUE LLORARÁS POR COSAS FEAS Y COSAS BELLAS Y QUE, QUE SIN RENCOR TU MIEDO SE CONVIERTA EN TU CURA, LA ALEGRÍA PERDIDA, REGRESA AHORA, Y PORQUE, PORQUE SOLAMENTE EL CAOS DE LA RETÓRICA, CONFUNDE Y MODIFICA LA COHERENCIA HISTÓRICA, Y PORQUE DIOS ME HA SUGERIDO QUE TE PERDONARA, Y LO QUE DICE ÉL, YO LO HAGO, DE NOCHE A MI EDAD.
Toda la razón.
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