"Lo intenté siete veces más,
quería ver lo que hay detrás
de tu imperturbabilidad
y abrir tu puerta de cuarenta y tres candados."
quería ver lo que hay detrás
de tu imperturbabilidad
y abrir tu puerta de cuarenta y tres candados."
N.V.
Si quien la sigue, la consigue, voy a buscarte/me tanto y cuanto sea necesario para que esto, que no nuestro, sume y siga. Me rendí ante tu y mi stand-by, ya que hace mucho, mucho tiempo me enseñaron que menos por menos da que algo: persona, animal o cosa, dé positivo. Y creo que ya toca apostar todo a rojo o a negro, a cualquiera, pero todo, un "one last chance". Con precaución y prudencia, siempre, esa que empiezo a tener.
Que si te encuentro, o me encuentras, no encontrarnos, porque mira que contigo siempre me ha parecido una gilipollez la primera persona del plural; se te/me revuelva algo por dentro, esas mariposillas, habladurías, porque a veces son más huracán que otra cosa. Que te aporto, y me aportas, poco, no me voy a venir arriba, pero menos da una piedra, y ya dije que tú eras de las grandes. Y no se a qué esperas para golpear, que algún día va a llegar un alguien, otro, no un nosotros, que nos diga que ya está, que valió, punto y final. Tu indiferencia te está ganando la partida, y cada vez que te/me encuentras es un gol por la escuadra, pero nunca a tu favor; así que apura tío, que en breves llegamos al tiempo de descuento.
No me cuentes, ni dejes que te cuente que vendrán tiempos mejores, que nunca es buen tiempo para nada, pero hay que echarle huevos ya que cualquier momento es malo para que surja algo bueno. Y la verdad es que ya no dependemos de la suerte, quizá si me apuras conseguimos que no nos llueva, pero creo que eso será pura casualidad, esa misma que poco a poco vas a acabar agotando como sigas haciendo el imbécil; así que espabila, nadie va a venir a buscarte, ahora solo tu puedes conseguir el nosotros y no un yo con otros.
No me cuentes, ni dejes que te cuente que vendrán tiempos mejores, que nunca es buen tiempo para nada, pero hay que echarle huevos ya que cualquier momento es malo para que surja algo bueno. Y la verdad es que ya no dependemos de la suerte, quizá si me apuras conseguimos que no nos llueva, pero creo que eso será pura casualidad, esa misma que poco a poco vas a acabar agotando como sigas haciendo el imbécil; así que espabila, nadie va a venir a buscarte, ahora solo tu puedes conseguir el nosotros y no un yo con otros.
Á