Llevo días sin llorar, semanas e incluso meses. Es extraño, nada me afecta, me he dado cuenta de que paulatinamente me estoy volviendo inmune a todo lo que me rodea, evitando desprecios e incluso aprecios. No sufro, no siento, no encuentro felicidad en nada, pero tampoco tristeza, ya no me identifico con canciones de lagrimeo. No sé a ciencia cierta si tú eres el culpable o lo soy yo. Como tampoco se si esto que me pasa es bueno o malo. Tampoco lo he planeado, simplemente ha pasado, como cuando te ví por primera vez. Quiero pensar que son coincidencias de la vida, el destino quizás, aunque no crea que exista. Y que tarde o temprano, volveré a sentir, aunque sea rabia, resentimiento, pena o dolor por algo. Probablemente este estado de hielo sea bueno, que por fin hayas pasado a formar parte de otro huequecito en mi memoria, sigues ahí, te lo aseguro, aunque ya no haces (tanto) daño como antes. Y a veces, solo a veces (Já! Siempre) me da por pensar como sería si todo hubiera ocurrido de otra manera, si todo fuese distinto, si tú no te hubieras marchado. Pero desgraciadamente, ya sé la respuesta. Es un amor imposible, siempre lo ha sido, o al menos eso dicen. Aunque, pensándolo mejor, creo que aún somos jóvenes, (sí, tú también), y si no nos saltamos las normas ahora, ¿cuándo lo haremos?
muchas gracias por seguirme me encanta la foto!!
ResponderEliminaryo tambien te sigo
Pues hazlo Ángela.. no sé a que esperas...
ResponderEliminarMe gusta como escribes :) Bonitos textos.
ResponderEliminarTe sigo, un beso!!
Don't be afraid of death, be afraid of an unlived life. You don't have to live forever, you just have to life.
ResponderEliminarme gusta mucho el texto